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plaza mayo1930
procesion

 La Medalla Milagrosa 

 llega a la Argentina 

 La Congregación 
 de la Misión en 
 Argentina 

En 1859 llegan de Francia 2 sacerdotes de la Congregación de la Misión y 12 hermanas Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, ellos traen consigo la devoción a la Virgen de la Medalla Milagrosa.

Vienen en un momento convulsionado del país, que se encuentra dividio en medio de combates sangrientos entre Federales y Unitarios. Pronto deberán cuidar de los heridos de la Batalla de Pavón (1861), un enfrentamiento armado entre más de 30.000 hombres que deja un saldo de miles de muertos y cientos de heridos.

Los Vicentinos tienen experiencia en la atención de los heridos y los más necesitados. Debido a esa vocación por la caridad y el servicio serán requeridos para cuidar de los heridos de la Guerra de la Triple Alianza (1864). Este conflicto armado que comenzó subestimado como un paseo para las gigantes fuerzas aliadas de Brasil, Argentina y Uruguay por el pequeño Paraguay, pronto se convertiría en una masacre. El conflicto se extendió por seis años dejando destruidas generaciones de jóvenes de los cuatro países.

Las Hermanas de la Caridad junto a los Sacerdotes de la Congregación de la Misión llevaron atención sanitaria y espiritual a miles de necesitados, que depositaron su fe y esperanza en la Virgen de la Medalla Milagrosa.

El sufrimiento se apoderó de la parte sur de la ciudad de Buenos Aires durante la epidemia de fiebre amarilla (1871), donde se estima que muere el 8% de la población de la ciudad.

Ante la tragedia las Hermanas de la Caridad cierran sus establecimientos educativos y los transforman en Hospitales improvisados para atender a los miles de necesitados.

 Construcción de la    Basílica de Luján 

En 1872 los Padres de la Congregación de la Misión se hacen cargo de continuar con la construcción de la Basílica de Luján por pedido del Arzobispado de Buenos Aires. El impulsor de la obra es el Padre Salvaire, quien superviza cada detalle de la cons-trucción de la nueva Basílica.

Son los Vicentinos quienes construyeron no sólo el templo de Luján sino también quienes difundieron con fervor el culto a la Virgen patrona de los argentinos. 

Los Vicentinos tuvieron a su cargo la Basílica de Luján desde 1872 hasta el año 2001 por cerca de 130 años.

San Vicente de Paul es conocido como el "padre de los pobres y misioneros" Fue declarado por el Papa León XII patrono universal de la caridad y misericordia".

Siempre dedicados a los más necesitados, fundaron parroquias, colegios, hospitales, dispensarios, hogares de niños y de ancianos, comedores, residencias estudiantiles y misiones en las regiones remotas, junto a una enorme comunidad de laicos que integran la Familia Vicentina.

  El sueño del 
 Santuario de la 
 Medalla Milagrosa 

En 1930 cuando se cumplen los primeros 100 años de las apariciones de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa en París, son tantos los fieles en la Argentina que se sienten agradecidos por sus bendiciones, intercesiones y milagros concedidos que una multitud sin precedentes se vuelca a la Plaza de Mayo para acompañar la procesión que las Hijas de la Caridad de María organizaron en su honor.

Ya no alcanzan las pequeñas capillas de las congregaciones Vicentinas para recibir a los fieles. Ese fervor despierta un anhelo que se acuñó con el tiempo entre consagrados y laicos. Es tiempo que la Virgen tenga su propio santuario. Este anhelo coincide con un momento especial de la historia de la Iglesia Católica Argentina. 

La ciudad de Buenos Aires se moderniza y crece, aparecen nuevos barrios, se ensanchan avenidas.

El aumento de la población, es acompañada por la decisión del Cardenal Copello de crear nuevas parroquias. Durante su gestión, que duró 27 años, se crearon 62 nuevas jurisdicciones y se construyeron más de 80 templos en la ciudad.

La comunidad católica estaba más activa que nunca.

La Congregación de la Misión recibió la consulta del Cardenal Copello sobre su interés en emplazar una nueva Parroquia en la propiedad del barrio de Flores.

Entusiasmados con la idea, la Congregación en su conjunto emprende la titánica tarea de sumar adeptos y financistas a su enorme sueño de la construcción de un templo dedicado a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.

 

 

 

 

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